La industria de la cosmética en Colombia

La industria de la cosmética en Colombia

Hacia un futuro local, sano y sostenible, la promesa a la que se debe aferrar la industria de la cosmética en Colombia para competir con el mercado internacional.

La industria de la cosmética en Colombia

Colombiano que se respete puede hablar con propiedad de la calidad de una panela, del sabor de un buen café o de las propiedades de la hierbabuena, pero más allá de esos estereotipados tópicos existe en este país una enorme cantidad de conocimientos ancestrales, que nacieron en un contexto rico en biodiversidad y relaciones culturales. Ahora esa riqueza -heredada de nuestra tierra- está permeando hacia un atractivo y lucrativo negocio de cosmética sostenible, que se justifica por la búsqueda del equilibrio emocional y espiritual armonizado con la salud y la belleza.

Pues sí, estos emprendimientos de cosmética colombiana no son nacidos de un capitalismo puro y deshumanizado, son filosofías de vida propias con sentido ecológico y espiritual. Por ejemplo, tenemos el caso de Waya Natural, que tiene su propia filosofía acerca de un mundo más simple, honesto y armonioso, con su maquillaje mineral busca un equilibrio entre la salud de la piel, su cuidado y su aspecto, o con el agua micelar que te promete refrescar, calmar y purificar, gracias al extracto de papaya y agua de flores de caléndula. Además su filosofía exalta lo femenino y la unión y fuerza de las mujeres, ya lo dice en su nombre “Waya” que en lenguaje Wayú significa “nosotras”.  Incluso es tan evidente su compromiso “toxic free” que si lees la etiqueta de un producto de Waya no sabrás si es un tratamiento para la salud de la piel o un cosmético.

Tenemos también Botanique, otro emprendimiento colombiano que manifiesta directamente que lo más importante es que sus clientes se sientan bien, que tengan equilibrio emocional y armonía, no solo en frases bonitas de mercadeo sino que lo ponen en práctica por medio de sesiones en hoteles y empresas donde te consienten con sus productos cien por ciento de origen natural. Además cuenta con un club de bienestar donde los clientes reciben un trato preferencial y hacen parte de rituales de bienestar integral.

Así podemos seguir con decenas de empresas que están creando una revolución de la cosmética en Colombia, pero por ahora solo vamos a citar a uno más: Éccora, una iniciativa de Úrsula Nicholls, una antropóloga con énfasis en conservación del medio ambiente, egresada de la universidad de Los Andes y estudiante de química farmacéutica de la Universidad Nacional. Esta empresa desarrolla productos para exaltar la belleza de la piel, pero con un proceso completamente responsable y sostenible desde la producción, el empaque hasta la experiencia del cliente, todo –de nuevo- completamente natural y con una ideología de amor y agradecimiento a la tierra.

Este auge de la cosmética en Colombia está apenas empezando, se ha visto un crecimiento de alrededor del 8% cada año, y tiene mucho espacio para crecer aún más.

Los colombianos no teníamos mucha fascinación por este tipo de productos de belleza, al contrario de lo que se pueda pensar. En países como Argentina, México o Chile, las personas gastan al año en estos productos más del doble de lo que gasta en promedio un colombiano. Pero esto está cambiado, y un aporte significativo viene de donde menos se espera en la cosmética: Los hombres, sí, gracias a la afortunada reducción del machismo, donde era mal visto que un hombre se aplicara hasta una cremita para las manos, ahora las ventas en este sector han estado aumentando. En el siglo XXI los hombres quieren estar mucho más prolijos y aseados, oliendo muy bien y con la piel tersa y saludable.

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Jabón Natural + Exfoliante con Sales Del Mar Muerto

Sin embargo, estas empresas no la tienen nada fácil porque si bien la demanda está subiendo a buen ritmo, también la oferta es grande, y no por la gran cantidad de emprendimientos colombianos que entre ellos están formando un movimiento ambientalista a través de su filosofía y sus productos, sino por las grandes multinacionales como L’Oréal o Belcorp, esta última conformada por marcas bien reconocidas en este país como los son: L'Bel, Ésika y Cyzone, que tienen una red de distribución tan grande y permeable que perfectamente puede hacer parte de ella alguien de nuestra familia.

Entonces ¿Cuál es la fortaleza de los emprendimientos colombianos?

Aunque es difícil ganarle terreno a estas multinacionales, los emprendimientos colombianos de cosmética ambientalista tienen varias armas:

  1. Todos sus productos son libres de crueldad animal
  2. Todos sus productos son libres de toxinas y químicos perjudiciales
  3. Proporcionan experiencias y filosofías de vida antes que elixires de belleza
  4. Usan materias primas producidas en Colombia

En este último punto quiero hacer énfasis, usar materiales producidos en Colombia es una grandísima ventaja con respecto a las multinacionales, ya que tenemos cierta fascinación por nuestra tierra y no en sentido patriótico sino en el sentido emocional y fisiológico, con la misma fascinación con la que Marcel Proust describe ese bocado de una magdalena que lleva a su personaje a sus momentos más felices, así mismo sentir el olor de una naranja mezclado con café molido en un exfoliante, sentir los granulitos masajear la mejilla mientras el olor del café y la naranja consiente nuestro olfato, eso, ¡eso señoras y señores no lo tiene Cyzone! eso lo tiene Mae Selva, una empresa que compra sus materias primas a pequeños proveedores alrededor del país para apoyarlos. Vemos entonces que las multinacionales con capitalización bursátil de diez ceros, pueden estar dejando un gran espacio para el crecimiento de estas empresas colombianas que optan por alternativas de producción más sostenibles, saludables y ecológicas.

sagrado cosmética
Producto de Sagrado Cosmética

Sumado a todo esto, este tipo de empresas colombianas de cosmética tienen una gran oportunidad de crecimiento en la región, entrando, en primer lugar, a mercados como los de Ecuador, México y Perú, ya que -como muchos hemos constatado- compartimos con ellos mucha de nuestra cultura, después se puede pensar en extender su posicionamiento hacia territorios un poco más alejados culturalmente en el sur de américa. Y por último por qué no soñar con conquistar el mundo con la exuberancia, naturalidad y calidad de los productos colombianos.

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Fuentes: