Clean SkinCare las nuevas palabras preferidas al momento de comprar

Para hablar del tema de cosmética limpia, tenemos que respondernos preguntas como: ¿cosmética limpia de qué? ¿por qué las empresas están empezando a colocar en sus empaques anuncios como “Libre de Parabenos” o “Libre de Sulfatos” ?, primero que todo, ¿eran malos desde un principio y contaminamos nuestra piel por años? ¿Es una tendencia o realmente estos productos llegan a afectar la salud inmediata o a largo plazo?

El auge de cosmética limpia no viene de regulaciones del gobierno de los países ni mucho menos, viene de las mismas empresas de cosmética y de los consumidores que se fijan cada vez más en los ingredientes de los productos que usan, ya que gracias a la globalización de la información tenemos todos acceso a bases de datos que nos informan de cada ingrediente y sus posibles riesgos para la salud como por ejemplo EWG (Environmental Corning Group).

Las regulaciones de los gobiernos, en especial los de América son muy laxas al respecto, por ejemplo en Estados Unidos el listado de ingredientes prohibidos no llega ni a 10, un mejor ejemplo a nivel de gobierno lo podemos ver en la  Unión Europea la cual ha restado mayor atención a este tema y es que ellos en sus regulaciones prohíben alrededor de 1000 ingredientes, como se puede ver en el anexo 3 de la reglamentación del Parlamento Europeo para la cosmética.

Para Colombia la entidad encargada de regular estos productos y velar por la seguridad de lo que los colombianos llevamos a nuestra piel y cuerpo es el INVIMA quien da las recomendaciones a los fabricantes en el uso de productos seguros y que según las resoluciones del Área Andina debe seguir los listados de la FDA (Food & Drug Administration de los Estados Unidos de América), el Personal Care Products Council y Directivas de la Unión Europea para obtener información sobre sustancias e ingredientes para  cosméticos.

Como vemos no es fácil para un consumidor encontrar información de forma simple y oportuna acerca de qué ingredientes están o no prohibidos para su uso en cosmético en el país. Si se busca con detalle en las resoluciones del Invima se puede determinar una lista de ingredientes que efectivamente están prohibidos en Colombia y que si son encontrados en productos pueden acarrear sanciones a las empresas, estos son:

Isopropilparabeno, Isobutilparabeno, fenilparabeno, becilparabeno y el pentilparabeno, la claridad sobre esta prohibición la podemos ver en la Resolución 1905 de 2017  en la que se prohíbe el uso de los parabenos de cadena larga como ingredientes para productos cosméticos en la Comunidad Andina.

También la Resolución 1953 de 2017  en la que se prohíbe del uso de ingredientes utilizados en jabones cosméticos para el aseo e higiene corporal que tengan acción antibacterial o antimicrobiana, la lista es la siguiente:

Cloflucarban, Fluorosalan, Hexaclorofeno, Hexylresorcinol, Yodóforos, Yodo complejo, etilenoxi, etanoliodine, Poloxamer, povidona yodada y Undecoylium, Methylbenzethonium Chloride, Fenol, Amyltricresoles secundarias, Oxicloroseno de Sodio, Tribromsalan, Triclosan, Triclocalban y Triple tinción.

Sabemos que efectivamente existen ingredientes que son parte de productos que usamos diariamente, como lo es el Triclosan usado en la formulación de jabones, talcos, desodorantes, pastas de dientes y maquillaje. El Triclosan está en la mira de investigaciones por la posible alteración que causa a la tiroides, a los estrógenos y por ser un posible disruptor endocrino, así como estudios en animales de laboratorio y en células muestran que el triclosán puede debilitar las contracciones del músculo cardíaco y esquelético.

Cada ingrediente nombrado en esos listados tiene una base científica para ser considerado como nocivo para la salud de las personas y es que, aunque muchos creamos en el bien el común y que las grandes empresas y los gobiernos piensan en eso también, no es así. La economía, la distribución en masa, el uso de conservantes extremadamente económicos, la necesidad de crear productos que duren demasiado tiempo lleva a las industrias a llevarse por delante muchas veces la salud de las personas y lo más grave de todo esto es que prácticamente la mayoría de compuestos que afectan nuestra salud no lo hacen de forma inmediata, si no gradualmente con el paso de los años, con el consumo de ingredientes que entran en nuestro organismo de a poco en microscópicas dosis de forma constante y van llevando al cuerpo a largo plazo a sufrir de enfermedades que tristemente no pueden ser relacionadas de forma directa con este tipo de compuestos, problemas hormonales, quistes, cáncer, esterilidad.

Y por fin llegamos al punto del  concepto de belleza limpia que nace de la frustración de muchas empresas de cosmética más conscientes y de los mismos consumidores ante la falta de supervisión y regulación de cosméticos y productos de cuidado personal.

Muchos grupos y sectores ven el término de “clean beauty” como un estilo de vida que promueve la conciencia de los productos que se adquieren, no solo en búsqueda de la belleza, sino también por el impacto que tiene en todo su ciclo de vida, desde la extracción de la materia prima, su producción, distribución, uso y muchas veces hasta el ciclo final del envase para que este sea también reciclado.

Aunque este concepto pueda variar entre países y sectores, se ve una convergencia muy clara en el tema y es que una belleza limpia no puede, primero que todo, provenir de procesos que impliquen crueldad animal y, segundo, que sus compuestos sean considerados no tóxicos para la salud por lo que en un producto de cosmética limpia no se deben encontrar ingredientes como el triclosán y triclocarbán, tolueno, resorcinol, destilados de petróleo, hidroxianisol butilado (BHA), ácido bórico y borato de sodio, ftalatos, parabenos, fenoxietanol y fragancias. En general ingredientes que sean considerados tóxicos.

Y es que, en el mercado actual, en centros comerciales, supermercados de cadena y distribuidoras de elementos de belleza, es muy difícil encontrar productos que cumplan estas características, pero existen marcas colombianas y extranjeras que podemos encontrar en nuestro país que le apuestan a este mercado un poco más consiente.

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Existen muchos ejemplos de empresas como Mae Selva, Hills Garden o como Zao MakeUp Colombia que cuenta con certificaciones de cosmética Bio, Vegana y libre de crueldad animal, que no solo tiene una línea de maquillaje bella si no que aportan a la industria en todo su ciclo de producción y le dan al país la variedad y calidad que muchas veces es superior a productos de marcas internacionales que invierten más dinero en campañas  y publicidad que en brindar la calidad y seguridad suficiente sobre los ingredientes de sus productos.

Puede ser más fácil comprar - de la revista que nos trajo una vecina - una crema o un champo de una multinacional brasilera o americana, que tal vez darnos la vuelta por una tienda virtual en internet y comprar un producto colombiano. Pero la industria colombiana está creciendo, necesita apoyo y tiene calidad en sus componentes y honestidad en una industria cuyo compromiso con lo verde es su plus ante el mercado internacional, que ha exportado ya en los últimos años a continentes como Europa millones de dólares en productos de cosmética, ¡si a Europa¡ el que tiene más de 1000 productos prohibidos en sus listados, pero ellos están viendo la calidad y el origen de los componentes de estas marcas y de lo bio y natural que está en ascenso en los últimos años.

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Así que la próxima vez que compremos nuestros productos de cuidado personal agreguemos un exfoliante, un jabón, una crema de estas marcas que le apuestan a lo bio, a lo no toxico a la salud y a la belleza desde la conciencia.